El certificado energético para la venta o arrendamiento de propiedad es obligatorio. Sin embargo, la ignorancia y el ahorro de costes son las razones por las que esto no se gestiona.
El desconocimiento del propietario sobre la obligación de obtener el certificado energético de una vivienda es el principal motivo para venderla sin preguntar. En muchos casos, encontraron que fue porque la inmobiliaria solicitó gestionar la venta o arrendamiento de la casa, y el inquilino o notario solicitó la compraventa de la casa al firmar el contrato.
Las empresas de certificación se dan cuenta de que los certificados rara vez se solicitan antes del anuncio. Los propietarios emiten avisos de alquiler o venta de viviendas porque no tienen certificado y por tanto no incluyen calificación energética. Muchos anuncios indican que los certificados están pendientes, pero esto no es suficiente porque la ley exige la exhibición de etiquetas energéticas en los anuncios.
La venta o alquiler de apartamentos sin certificación energética puede recibir una multa de hasta 6.000 euros
Ahora bien: el certificado energético debe ser realizado por un técnico profesional, generalmente un arquitecto o ingeniero. A través de la visita a la propiedad, el técnico analizará los diferentes elementos de la vivienda para realizar un informe. Los datos recopilados se ingresan en una herramienta informática oficial, que puede calcular la calificación energética de la casa.
Se necesitan de 2 a 3 días para completar el certificado. Una vez registrado el informe se obtiene la etiqueta energética correspondiente al inmueble.
De este modo, la autoridad competente puede comprobar si la vivienda vendida o alquilada tiene cédula, pues debe estar registrada ante la autoridad competente de la comunidad autónoma.
En caso de no existir dicho certificado, se puede imponer una multa por la infracción de la ley. Si la vivienda se anuncia sin mencionar la calificación energética o la etiqueta energética, se impondrá una multa de 300 a 600 euros; si no se entrega el certificado al comprador O a los inquilinos, o no registrados o que muestren etiquetas falsas, se les cobrará una tarifa importante de 601 euros a 1.000 euros; si la publicidad se realiza sin un certificado, se cobrará una tarifa importante de hasta 6.000 euros.
Los compradores ignoran la información de venta o alquiler proporcionada por el certificado energético sin darse cuenta del ahorro que significan las calificaciones altas
Aunque las casas deben tener etiquetas energéticas que cumplan con sus niveles de eficiencia energética desde 2013, los compradores no suelen prestar mucha atención a esta información al buscar casas. A la hora de elegir una casa u otra, el certificado de eficiencia energética no es determinante. Si la calificación de la casa es muy alta, puede agregar valor a la propiedad, pero el cliente prestará más atención a otras características de la casa, como metros cuadrados, ubicación, disponibilidad de ascensor, distribución.
Existe una falta general de conocimiento sobre la información proporcionada en este documento y su propósito. Para las casas de nueva construcción, la situación es diferente. Estos edificios deberían tener muros exteriores más aislados, mejores marcos y vidrios, mejor protección solar, mejores instalaciones térmicas y energías renovables. Las casas mejor calificadas atraen compradores. «Esto es más innovador y el efecto de ahorro de energía es más obvio».
Sin embargo, cada vez más compradores e inquilinos comprenden que cuanto mayor es la eficiencia energética de la casa, mayores son los ahorros. Una propiedad de clase energética B consume una media de 1.250 euros menos al año que una propiedad de clase G.